La vacuna de la gripe podría proteger hasta en un 39 % del contagio de la COVID-19, según un estudio preliminar elaborado en Países Bajos que sugiere que la inmunización frente a esta enfermedad aumenta el rendimiento del sistema inmune.

El trabajo, que aún no ha sido revisado, ha estudiado los efectos de la vacuna de la gripe a nivel molecular y ha descubierto que la inoculación refuerza la primera línea del sistema inmune, la llamada inmunidad innata, que se activa en cuanto un patógeno entra al organismo e incluye células para identificar la amenaza y otras para acabar con las células infectadas.

El estudio tiene dos partes: por un lado una prueba de laboratorio y por otro una de observación en el personal sanitario de los hospitales holandeses. En la primera, se extrajeron muestras de sangre de personas sanas a las que primero se añadió la vacuna de la gripe tetravalente -contra cuatro cepas del virus- y después el SARS-CoV-2.

El sistema se reforzó en su respuesta inmune innata y también se produjeron citocinas, unas proteínas del sistema inmune que se asocian a pronósticos graves e incluso la muerte por coronavirus en pacientes muy enfermos.

En cambio, en las primeras fases de infección estas proteínas podrían generar una respuesta más equilibrada ya que la vacuna de la gripe favorece que la primera línea de inmunidad se asocie más fácilmente con la segunda, cuando se generan los anticuerpos necesarios para bloquear la infección del virus.

Según ha explicado en Al Rojo Vivo la directora de 'Indagando TV', Graziella Almendral, en la segunda parte del estudio ha sido de observación: "Han seguido a 10.000 sanitarios de los hospitales de Holanda, de los cuales más de 180 se habían infectado. Hasta en un 39%, los profesionales sanitarios que estaban vacunados contra la gripe no se infectaban de la SARS-CoV-2".

"Todo lo que apunte a la protección hasta que tengamos una vacuna es interesante", ha asegurado Almendral.

El estudio tiene algunas limitaciones reconocidas por los investigadores: es posible que algunos sanitarios tengan más probabilidad de infectarse, independientemente de si están vacunados, lo que puede afectar a los resultados. Además, generalmente quienes se vacunan tienen más cuidado frente a un posible contagio que quienes no lo hacen.

“Con estos datos y teniendo en cuenta que aún quedan meses hasta que haya una vacuna eficaz contra la COVID-19 disponible de forma generalizada, la vacuna de la gripe puede no solo ayudar a contener ese virus, sino también la carga de infecciones por coronavirus, especialmente en hospitales”, concluye el estudio.