Como cada semana, Eli se enfrenta a un reto muy particular. Padece esclerosis desde hace 13 años y para ella el gesto de levantarse de su silla se queda atrás para dar paso a su subida por las paredes. "Pisamos una presa y te concentras, como dice nuestra fisio, en hacer el peso en una pierna, a un lado y a otro, entonces hay una musculatura que se desarrolla que antes estaba atrofiada", explica Eli, paciente con esclerosis.
La neurofisioescalada es una terapia que llega desde Francia por primera vez a España de la mano de Cristina. El objetivo es mejorar la calidad de vida de personas con movilidad reducida a causa de neuropatías. "Realmente son patrones de movimiento innatos, salen de manera muy instintiva, es como gatear pero en vertical, y son claves para el desarrollo motor", cuenta Cristina Castro, neurofisioterapeuta.
El hijo de Milagros padece una enfermedad neurodegenerativa. "Él dejo de andar en el año 2000 y ya está dando pasos, las manos las tenía atrofiadas y ya no las tiene, incluso se viste solo y antes no le entendíamos al hablar y ahora conversa y razona", cuenta.
Mejora la coordinación, el equilibrio y la atención, pero lo mejor es el subidón de adrenalina. "Estoy orgulloso", asegura Juanfran, un paciente que realiza esta terapia. Ana baja cansada, pero también está orgullosa de haberlo conseguido. "Son retos en la vida. Esto, cuando lo ves por primera vez, y más en mi condición, dices ‘esto no lo voy a poder hacer nunca", asegura.
Una terapia complementaria, divertida y con la que consiguen también otro ejercicio muy importante: sonreír.