Son necesarias al menos dos dosis para asegurar una protección óptima contra el Sarampión, pero a nivel mundial no se cubre ni tan solo el expediente de la primera dosis.

Estos son los datos: en 2015, más de la mitad de los países no alcanzaron el porcentaje de inmunización necesario y no podrían afrontar de forma eficaz una crisis de Sarampión.

A la cola y con mucha diferencia con respecto al resto están a Somalia y Guinea Ecuatorial con solo un 26% de porcentaje de vacunación. A la cabeza se encuentran Finlandia, Croacia, EEUU y Canadá.

Los científicos lo llaman inmunidad de grupo o de rebaño, ese 95% de la población es el porcentaje necesario fijado por la OMS para frenar la transmisión de la enfermedad, cuanto más rápido y fácil se contagie más alto debe ser el nivel de inmunización.

Miriam Alia, responsable de Vacunación de Médicos Sin Fronteras, ha explicado que "esto hace que haya poblaciones especialmente vulnerables, sobre todo las que han tenido que escapar de conflictos o están desplazadas. No tienen, durante años, acceso a vacunas".

El caso de Guatemala es más que llamativo: en los últimos años ha pasado de vacunar de la triple vírica al 93% de los niños a un 67%, un nivel de riesgo de epidemia. Luis Hernández, congresista de la oposición, sostiene que "enfermedades que fueron erradicadas hace 20 años como el Polio o el Sarampión tienen mucho riesgo ahora de resurgir".

Según la Organización Mundial de la Salud, casi 22 millones de lactantes no reciben las vacunas básicas. "La vacuna perfecta sería una vacuna que protegiera para varias enfermedades en una sola presentación, sin cadena de frío y barata", añade Alia.

El objetivo, conseguir erradicar enfermedades para las que, desde hace décadas, tenemos un escudo más que efectivo.