Sorpresa en Sicilia, donde se han visto bolas de lava que ruedan sobre las laderas nevadas del volcán Etna. Al entrar en contacto con el exterior, la lava se enfría y crea una corteza mientas su interior sigue incandescente.
La lava rodante deja caminos de nieve fundida en las laderas del volcán, y no han sido pocos los que han aprovechado para inmortalizar este curioso fenómeno, aunque con precaución, pues no deja de ser un evento peligroso.