A partir de ahora lo que conoces como kilo deja de pesar un kilo. Pese a que no afecta al mundo cotidiano, el kilogramo ha sido redefinido en términos de constantes físicas fundamentales.

Aunque la nueva medición ha entrado en vigor este 20 de mayo coincidiendo con el día Internacional de la Metrología, la decisión fue tomada el pasado mes de noviembre durante la Conferencia General de Pesos y Medidas (CGPM).

Hasta este lunes el modelo de "kilo perfecto" era una pesa de iridio y platino creada en 1889. No obstante, en los últimos años su masa ha perdido unos 50 microgramos (lo que pesa un copo de nieve) y ya no era representativa.

Ahora, el nuevo kilogramo en lugar de ser una pieza metálica se define en términos de segundo y metro.

Es el valor numérico de la constante fundamental de la naturaleza conocida como constante de Planck: 6,62607015*10-34 Kg*m2*s.

Esta fórmula matemática hará que el kilo varíe en 0,00000001 gramos y que pese un poco menos, tal y como explica 'National Geographic'.

Aunque esta redefinición no repercute en el día a día, sí afectará a los fabricantes o científicos, concretamente en el plano de la microciencia.

Además de esta novedad, en el día Internacional de la Metrología también han variado la forma en la que calculamos la masa y será distinta la unidad básica de temperatura (Kelvin), la de la intensidad de la corriente eléctrica (Amperio) y la de la sustancia (Mol).