Victoria de Apple en los tribunales. El Tribunal General de la Unión Europea ha anulado la decisión de la Comisión Europea que pedía a Apple la devolución de 13.000 millones de euros más intereses en Irlanda por haberse beneficiado de ayudas fiscales ilegales.

La sentencia determina que el Ejecutivo comunitario no ha podido demostrar que la multinacional tecnológica se beneficiase desde 1991 de ayudas públicas que falsearon la competencia del mercado interior, que hubieran resultado incompatibles con la legislación comunitaria.

Tanto Dublín como la multinacional tecnológica habían recurrido esta decisión de hace casi cuatro años ante la Justicia europea. No obstante, la Comisión Europea tiene ahora dos meses para decidir si recurre al Tribunal de Justicia y ya han dicho que van a estudiar la sentencia "detenidamente". "Reflexionaremos sobre los posibles próximos pasos", ha señalando la vicepresidenta del Ejecutivo responsable de Competencia, Margrethe Vestager.

La danesa ha garantizado que Bruselas "sigue comprometida con el objetivo de que todas las compañías deberían pagar su parte justa de impuestos". Además, subraya como ejemplo que la filial irlandesa de la multinacional tecnológica obtuvo unos beneficios de 16.000 millones de euros, pero la base imponible sólo ascendió a 50 millones.

"Si los Estados miembros conceden a algunas multinacionales ventajas fiscales que no están disponibles para sus rivales se daña la competencia en la UE. También priva a la Hacienda pública y a los ciudadanos de fondos muy necesarios para realizar inversiones, especialmente en tiempos de crisis", justifica Bruselas.

Una batalla de más de cuatro años

En agosto de 2016, la CE concluyó que dos pactos fiscales concedidos a Apple por Irlanda en 1991 y 2007 le permitieron "reducir sustancialmente y de forma artificial los impuestos" que pagaba, llegando a abonar una tasa efectiva del 0,005 % en 2014 aunque el impuesto de sociedades es del 12,5 %.

Según los cálculos que realizó Bruselas, los impuestos no abonados por la tecnológica ascendían a 13.000 millones de euros más otros 1.200 millones en intereses, una cantidad que la Hacienda irlandesa ya recuperó en 2018, pese a los recursos que tanto Dublín como Apple habían presentado ante la corte comunitaria.

Apple operaba en Europa a través de las sociedades Apple Operations Europe y Apple Sales International, con base en Irlanda, según la investigación de la CE. Apple desviaba los beneficios que obtenía en varias regiones -Europa, Oriente Medio, África e India- a Apple Sales International, que a su vez dividía estos beneficios y los localizaba internamente en una "sede social" que no estaba ubicada en ningún país y no tenía empleados ni oficinas propias, de manera que la mayor parte de esos beneficios que se le asignaban quedaban sin tasa.

Sin embargo, el Tribunal General asegura en su sentencia que el Ejecutivo comunitario "se equivocó" al declarar que Apple Sales International y Apple Operatins Europe habían recibido "una ventaja económica selectiva y, por extensión, ayuda de Estado".