Sea Legacy ha difundido el vídeo de un pescador de arenques arrojando un explosivo a un grupo de leones marinos en el Estrecho de Georgia, Canadá.
El pescador aseguró a CBC News, tras la difusión del vídeo, que su propósito era dispersar a los leones marinos y no matarlos, ya que estaba comprobando si los arenques estaban listos para reproducirse.
Sin embargo, Sea Legacy recuerda que "no existe evidencia científica que justifique el abuso o el sacrificio de las focas y leones marinos como la mejor manera de gestionar los ecosistemas marinos".
Además, advierte que el lanzamiento de explosivos junto a la cabeza de un animal le puede causar un daño irreparable. "Si no lo daña lo suficiente como para matar, probablemente dañará su audición o destruirá un ojo", añaden en su cuenta de Instagram desde Sea Legacy.
Por su parte, el pescador, Allan Marsden, declaró a 'Vancouver Sun' que no usó un explosivo sino una bengala que emite un ruido de estilo de disparo para asustar a los leones marinos lejos de su barco. Argumenta además que hace tres años fue atacado por un león marino cuando faenaba en su barco.
"Hay una doble moral. Alguien que pesca en un río puede usar este método para asustar a un oso, pero no puede hacer lo mismo en el mar", apuntó el pescador al diario.
Desde la publicación del vídeo en redes sociales ha surgido un debate sobre la seguridad de los leones marinos y otras criaturas, así como sobre la seguridad de los equipos de pesca.