Fue encontrado hace diez años en el desierto chileno de Atacama y desde entonces se ha dicho que era un feto, un chimpancé o un alien venido del espacio.

Ted Loder, profesor retirado de la Universidad New Hampshire, ha asegurado que "la ciencia tiene que ver la evidencia de que los 'etes' son reales".

La ciencia ha tardado en encontrar su origen, porque Ata es muy pequeño y delicado. En un laboratorio de Barcelona comenzó el estudio que científicos de Estados Unidos han completado. El resultado es un humano que comió como nosotros y sufrió una extraña mutación.

Garry Nolan, Director de Biología de la Universidad de Standford explica que "fue un indio ingígena del área chilena, fue un hombre y probablemente murió en el siglo pasado". Vivió entre seis y ocho años.

Tenía los dientes duros, cuerpo escamoso, nueve costillas en vez de doce y el tamaño de un lápiz, pero por sorprendente que parezca, era humano. Ya se puede decir que Ata no es ET.