Jacinto empezó a perder visión hace ahora ocho años. Le dijeron que era degeneración macular asociada a la edad. Es decir una parte de su retina, la que permite que leamos o reconozcamos a los nuestros, estaba dañada.

Ahora, la investigación del español Miguel Flores Bellver, desde la Universidad de Colorado, da luz para atajar esta enfermedad con un importante hallazgo. "Han descubierto que hay unas vesículas que se acumulan que van llevando sustancias tóxicas", explica el catedrático de biología celular Nicolás Cuenca.

Cuando se degeneran esos fotoreceptores, se va perdiendo la visión. Conociendo ahora cómo llegan las sustancias tóxicas a esa parte de la retina dañada, se puede prevenir el avance de la ceguera en personas mayores.

Un paso más hacia una cura para una dolencia que afecta a 300 millones de personas en el mundo.