Tiene forma de canuto, al inhalarlo se ilumina una hoja de marihuana en su extremo, y produce denso humo. El porro electrónico es el último boom del mundo del cigarrillo electrónico.

La empresa AMB pese a la música que lo anuncia, lanza una versión light, la primera que ha salido al mercado: sin THC, el componente psicoactivo de la marihuana. Un cigarrillo electrónico más, pero con forma de porro. No coloca. Puro marketing. Tienen hasta un modelo para el Mundial.

Pero los que prometen revolucionar el mercado son otros que una empresa holandesa empeza a vender en breve: Un porro electrónico para fumar marihuana en hierba y otro para inhalar cannabis líquido.

Iván Fornís, Servicio de análisis de sustancias en Energy Control dice que "no combustiona menor impacto". Francisco Recio, Dir. General Proyecto Hombre, piemsa que  "todo lo que sea incitar a consumir marihuana forma consumidores futuros".

Lo mismo piensan los profesionales del sector en España, donde solo podría comercializarse el instrumento. Pero no lo quieren en sus vitrinas. Rafael Jiménez, Gerente "I love smoking": "Nosotros queremos comercializar para deshabituar a la gente del uso del tabaco, no para provocar otra adicción".

Los profesionales nos abren los ojos, cualquiera de los que existen actualmente puede ser utilizados para el mismo fin. Dicen que la clave está en encontrar la fórmula para meter el THC en uno de estos botecitos y que pueda ser "vapeado".

La dificultad está en fabricar un THC líquido que no queme la resistencia del cigarrillo electrónico. Más sencillo es usarlos para inhalar hierba. Solo hay que comprar una resistencia al aire como esta. "Puedes echar tabaco, hachís, marihuana, lo que quieras. En internet hay cientos de tutoriales que enseñan a transformar cigarrillos electrónicos en porros electrónicos"  dice AMB.

Pero la manera más fácil, legal, y sobre todo inocua, es inhalar un inocente líquido con olor, sólo olor a marihuana.