Con la ayuda de la Inteligencia Artificial han logrado extirpar un tumor a una paciente mientras su cerebro estaba despierto. Se trata de una técnica que permite tocar en zonas muy complejas, casi prohibidas hasta ahora, para trazar el camino perfecto hasta llegar hasta el tumor de la paciente.

Estos humanos creados digitalmente, mucho más precisos que el método usado hasta ahora, han permitido algo increíble. "A los pacientes hay que operarlos despiertos porque cada uno tiene una configuración totalmente diferente", asegura el neurocirujano Jesús Martín-Fernández.

Una a una se va estimulando cada área del hemisferio derecho del cerebro, donde están nuestras emociones. La paciente se mantiene despierta durante la intervención para comprobar que puede clasificar cada una de esas emociones que se ven en una pantalla.

"Cuando hayamos comprobado previamente que no falla, sabemos que esa región es crítica para la emoción", explica el neurocirujano. De esta forma se van marcando con pegatinas cada zona crítica que no deben tocar para evitar lesiones.

Este método, que parece tan simple, es absolutamente revolucionario. "Lo que hacían para las emociones eran imágenes en blanco y negro, solo con cortes de los ojos, de un test que salió para estudiar con personas con autismo, pero me parecía que se podía ir un poco más allá", cuenta el experto que apostó por mejorarlo.