Una investigación llevada a cabo por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha revelado que el hielo marino invernal de la Antártida está destruyendo la capa de ozono.

Al parecer, éstos emiten de manera natural compuestos orgánicos de Bromo, sustancia que contribuye a la desaparición del ozono troposférico y estratosférico.

Hasta ahora sólo se pensaba que este tipo de mecanismos se daban con la ayuda de la luz solar, pero al descubrir grandes cantidades en los océanos y en las regiones polares, el estudio ha demostrado que el hielo invernal es capaz de producir Bromo en la oscuridad. La investigación se ha llevado a cabo en colaboración con la Universidad de Gotemburgo (Suecia).

"La inclusión de los flujos de emisión medidos en un modelo atmosférico indica que estos compuestos se dispersan por la troposfera del hemisferio sur y podrían llegar incluso a la estratosfera. Muestra que la foto-descomposición de esta nueva fuente de bromo orgánico puede contribuir a la destrucción de ozono en la baja atmósfera del hemisferio sur", explica Alfonso Saiz López, investigador del CSIC en el Instituto de Química Física Rocasolano.