Una expedición de investigación, que partió desde Sudáfrica el pasado mes de febrero, ha encontrado en buen estado los restos del Endurance. Se trata del barco del legendario explorador polar angloirlandés Ernest Shackleton que se hundió en 1915.

Así, 106 años después de perderle la pista, se han podido grabar imágenes de su aspecto, algo absolutamente inaudito para los investigadores. En las últimas dos semanas los investigadores han peinado el fondo del mar dos veces al día con inmersiones de seis horas en la gélidas aguas del mar de Weddel, en el océano antártico, el corazón de la Antártida. Y lo han hecho con la ayuda de vehículos de búsqueda y robots de última generación, unos robots con los que han rastreado una zona de más de 250 kilómetros cuadrados hasta dar con las dos grandes letras doradas y estrella de cinco puntas, hoy tomadas por la vida marina.

Tal y como ha demostrado la expedición, el buque está sumergido a más de 3 mil metros de profundidad. En él, Ernest Shakelton y sus 27 hombres intentaron alcanzar el polo sur en 1914. La misión se torció un año después cuando el navío se encalló en el hielo. Así se muestra en las imágenes que tomó el fotógrafo oficial del barco que, como el resto de la tripulación, permaneció unos meses refugiado en los camarotes. En noviembre de 1915 el barco terminó por hundirse.

Los científicos llevaban años buscándolo. De hecho, el mal tiempo obligó a suspender una expedición en 2019 y ahora han tenido que hacer frente a ventiscas, hielo y temperaturas de hasta - 18 grados para dar con este histórico barco, unos restos que suponen un auténtico hito para la investigación polar