La organización animalista Noaa Fisheries, de Nueva Inglaterra, recomienda a los turistas no acercarse a estos animales durante su descanso o en época de crianza, pues podrían verse amenazadas y atacar.

La organización recuerda que las focas no dejan de ser animales salvajes que, ante situaciones que pueden advertir de riesgo, como el acercamiento de un desconocido, atacarían con sus mandíbulas para alejar el peligro, provocando importantes heridas.

Por ello, recomienda no acercarse a menos de 45 metros de estos animales; un consejo que también va dirigido a animales domésticos como perros y gatos, cuya proximidad a esta especie podría provocar el mismo efecto que con humanos.

Una situación así no sólo supondría un peligro para las personas. También, para las focas y sus crías, pues, si las madres entienden que existe peligro al regresar a la playa para cuidar de sus crías, podría marcharse y abandonar a sus propios hijos.