Se trata de una investigación hecha sólo con 18 pacientes que ni siquiera ha entrado en fase de ensayo clínico, pero es, según sus autores, importante porque se ha demostrado que se puede tratar "con éxito" la metástasis cerebral provocada por cualquier tipo de tumor. Son resultados "muy interesantes" que necesitan, no obstante, de más investigación y ensayo clínico con más pacientes, resume Manuel Valiente, autor y jefe del Grupo de Metástasis Cerebral del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Investigadores de este centro son los que lideran este trabajo que se publica hoy en la revista Nature Medicine y que firman, además, científicos del Instituto Catalán de Oncología y del Instituto de Investigación Biomédica de Girona (ICO-IDIBGI). También han colaborado el Hospital 12 de Octubre de Madrid, Hospital Vall d'Hebron y Hospital Universitario de Turín.

Un tratamiento de inmunoterapia elimina por primera vez un cáncer de mama con metástasis

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Los experimentos se han hecho en ratones y con 18 pacientes afectados por carcinoma de pulmón y metástasis en los que se autorizó el uso de silibinina en combinación con el tratamiento estándar; la supervivencia media se situó en 15,5 meses mientras que el grupo control -formado por 38 pacientes tratados por esta enfermedad en el ICO durante 2015-2016 fue de cuatro meses.

El CNIO recuerda en una nota de prensa que uno de los grandes retos de la oncología es la metástasis cerebral; se estima que entre el 10 y el 40 % de los tumores primarios genera metástasis en este órgano, situación que empeora considerablemente el pronóstico. Los avances en el tratamiento son escasos y hoy en día se siguen tratando con cirugía o radioterapia.

En los últimos años han aparecido algunas alternativas dentro de las terapias dirigidas o la inmunoterapia, pero el porcentaje de pacientes que se pueden beneficiar de ellas es del 20 % en el mejor de los casos. Valiente y su grupo llevan años estudiando la metástasis cerebral y lo que ocurre en el contexto celular cuando esta se produce y han fijado su atención en una población de células del cerebro llamadas astrocitos y en el gen STAT3, que ya se había relacionado con metástasis.

El científico del CNIO explica que la propia metástasis cambia el cerebro, modificando, entre otros, los astrocitos: en este trabajo hemos visto que la proteína STAT3 se activa de manera significativa y específica en una subpoblación de astrocitos reactivos que son claves para establecer un ambiente prometastásico. Es decir, se ha constatado que las células cancerígenas necesitan de estas alteraciones en el ambiente cerebral para "estar más cómodas", para seguir dividiéndose y lograr un crecimiento agresivo.