Este nuevo mundo, al que han denominado KELT-9b, se encuentra en órbita alrededor de una estrella masiva (KELT-9) que está ubicada a 650 años luz de la Tierra en la constelación Cygnus.

El descubrimiento se describe esta semana en un artículo titulado 'Un planeta gigante sometido a la irradiación ultravioleta extrema por su huésped caliente de estrellas masivas', publicado por la revista 'Nature' y presentado en la reunión de primavera de la Sociedad Americana de Astronomía (American Astronomical Society, ASS, por sus siglas en inglés) en Austin, Texas.

Con una temperatura en el día que alcanza un máximo de 4.600 grados kelvin (4.327 grados centígrados), el recién descubierto exoplaneta es más caliente que la mayoría de las estrellas y sólo 1.200 kelvin más fresco que el Sol (927 grados centígrados). De hecho, la radiación ultravioleta de la estrella que orbita es tan grande que el planeta puede literalmente evaporarse lejos bajo el deslumbramiento intenso, produciendo una cola de gas brillante.

El planeta tiene otras características inusuales. Por ejemplo, es un gigante gaseoso 2,8 veces más masivo que Júpiter, pero sólo la mitad de denso, porque la radiación extrema de su estrella anfitriona ha provocado que su atmósfera se hinche como un globo.

Debido a que está cerrado a su estrella --como la Luna a la Tierra-- el lado del día del planeta es bombardeado de manera perpetua por la radiación estelar y, como resultado, es tan caliente que las moléculas como el agua, el dióxido de carbono y el metano no pueden formarse allí.

"Es un planeta por cualquiera de las definiciones típicas basadas en la masa, pero su atmósfera es casi seguramente diferente a cualquier otro planeta que hemos visto sólo por la temperatura de su lado del día", señala el profesor de astronomía en la Universidad de Ohio, Scott Gaudi, uno de los autores principales del estudio. La razón por la que el exoplaneta es tan caliente es porque la estrella que orbita es más del doble de grande y casi el doble de caliente que el Sol.

"KELT-9 irradia tanta radiación ultravioleta que puede evaporar completamente el planeta --asegura el profesor de Física y Astronomía en la Universidad de Vanderbilt, Keivan Stassun, quien dirige el estudio junto con Gaudi--. O, si los planetas gigantes de gas como KELT-9b poseen núcleos rocosos sólidos como algunas teorías sugieren, el planeta puede ser reducido a una roca estéril, como Mercurio".

Por otro lado, la órbita del planeta está muy cerca de la estrella, por lo que si esta empieza a expandirse, la engullirá. "KELT-9 se hinchará para convertirse en una estrella gigante roja en alrededor de mil millones de años", afirma Stassun, que considera que las perspectivas a largo plazo para la vida en KELT-9b "no son buenas".

No obstante, los científicos aseguran que hay una razón para estudiar mundos que son inhabitables en el extremo. "La comunidad astronómica está claramente centrada en encontrar planetas como la Tierra alrededor de estrellas pequeñas y más frías como nuestro Sol --relata Gaudi--. Son objetivos fáciles y hay mucho que se puede aprender sobre los planetas potencialmente habitables que orbitan estrellas de muy baja masa, en general.