Declarada la emergencia climática. 11.258 científicos de todo el mundo han aunado sus voces en un informe que arranca así: "Los científicos tienen una obligación moral de avisar con claridad a la humanidad de cualquier amenaza catastrófica y decirlo tal y como es".

Un llamamiento para alertar de los peligros reales del calentamiento del planeta. "La crisis climática ha llegado y se está acelerando más rápido de lo que los científicos habían previsto", apuntan en el informe.

Auguran que estamos llegando a un punto sin retorno, por eso proponen medidas concretas. El cambio del modelo energético es el primer punto. Entre otras cosas defienden reemplazar los combustibles por renovables limpias. Abogan por evitar los llamados 'contaminantes de vida corta' como el carbono negro o el metano. Evitando su uso se podría reducir un 50% el calentamiento global.

Proteger la naturaleza es otra de sus propuestas. Destacan el importantísimo papel de los bosques para absorber las emisiones contaminantes.

Además, plantean cambiar la alimentación: menos carne y más vegetales, e insisten en la importancia de reducir los desperdicios de comida. Un tercio acaba en la basura.

También sugieren revisar el crecimiento del modelo económico. Por último apuestan por la estabilización demográfica. Unas medidas urgentes porque insisten: el tiempo para actuar se acaba.