El Gobierno aprueba este martes en el Consejo de Ministros el procedimiento para elegir la sede de la Agencia Espacial Española, que estará operativa a principios del próximo año y que se localizará fuera de Madrid.

Lo ha anunciado la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, durante una intervención en el foro "Generación de Oportunidades" organizado por Europa Press con una conferencia sobre la importancia de la innovación para el crecimiento en tiempos de disrupción.

Diana Morant ha incidido en que el Ejecutivo quiere que la nueva Agencia Espacial esté operativa en el primer trimestre del próximo año y en la intención de descentralizar los organismos públicos de nueva creación, lo que a su juicio contribuye a hacer "mejor España; un país más justo y democrático".

Diana Morant explica por qué la Agencia Espacial Española no estará en Madrid

La titular de Ciencia ha asegurado que esa descentralización de organismos públicos es "más inteligente" y contribuye -ha dicho- a aprovechar mejor las capacidades que ya existen en otros lugares. Hasta ahora, se han postulado como principales candidatas, entre otras, las ciudades de León, Sevilla, Teruel, Gran Canaria, Tenerife, y las gallegas A Coruña, Ourense y Santiago.

Sobre por qué no estará en la capital, la ministra Morant ya explicó en Al Rojo Vivo algunas de las razones. "Nosotros creemos que se hace una mejor España desde toda España", ha añadido. Acto seguido, ha señalado que la Comunidad de Madrid se está aprovechando de la inversión de la administración en ciencia por su escasa aportación económica a esta partida.

"Es cierto que la Comunidad de Madrid es la primera en inversión por habitante en ciencia por parte de la Administración General del Estado. También que es la segunda si sumamos la iniciativa privada. Sin embargo, cuando dejamos solo la partida presupuestaria en ciencia de la Comunidad de Madrid es la tercera en la cola".

Para Morant ese aprovechamiento también lo merecen otras comunidad. "Como por ejemplo La Rioja, que aporta el 3,3% frente a ese 0,64% que aporta la Comunidad de Madrid en ciencia", ha añadido.

4.500 millones en cuatro años

La creación de esa Agencia está contemplada en la nueva Ley de la Ciencia e incluida en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) Aeroespacial, una iniciativa con la que el Gobierno quiere movilizar unos 4.500 millones de euros entre 2021 y 2025 para impulsar la I+D+i en el sector aeronáutico y espacial.

Durante su intervención hoy en el citado foro, la ministra ha destacado la importancia del sector aeroespacial en España, donde se sitúa como el cuarto sector en volumen de facturación y es el segundo -tras el farmacéutico- que más invierte en investigación, desarrollo e innovación.

Diana Morant ha destacado la trascendencia de los "Perte" que está impulsando el Gobierno para canalizar los fondos europeos "Next Generation", y ha subrayado que movilizarán más de 30.000 millones de euros en cinco años.

La ministra se ha referido a estos proyectos como un "ejemplo" de colaboración pública y privada para favorecer la I+D+i y como la mejor "palanca" para impulsar el país, y ha apelado a la innovación como la mejor receta para conseguir la "triple transición" que persigue el Gobierno: "ecológica, digital y social".

"Queremos un país más verde, más digital y más justo", ha manifestado la ministra, y ha apostado, frente a las recetas que utilizaron para salir de la anterior crisis económica, basadas en la austeridad, por "redoblar" la inversión en I+D+i.

Diana Morant ha observado que España se sitúa en el puesto once del mundo en producción científica, pero cae hasta el treinta en innovación.

A su juicio, España no rentabiliza esa ciencia en beneficio de la sociedad, para generar riqueza, empleo y bienestar social, y ha apelado al valor y la importancia de la innovación para conseguirlo.

La ministra ha apelado al sector privado, que invierte "poco" en I+D+i en España, lo que ha achacado a la propia esencia del tejido productivo español, basado sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, y a la falta de cultura de la innovación en la empresa española.