Mark Zuckerberg quiere fomentar la interacción en Facebook y es por eso que ha puesto el foco en un ámbito muy personal: la religión. En las últimas semanas ha empezado a pedir rezos y oraciones en una nueva herramienta que, por ahora, solo está disponible en los grupos de Facebook en Estados Unidos.

Facebook quiere así llegar a la comunidad religiosa para fomentar el compromiso de sus usuarios. Ya en 2017, Zuckerberg, su consejero delegado y fundador, citaba a las iglesias como ejemplo a la hora de crear conexiones.

Según una entrevista a la jefa de la unidad de colaboraciones religiosas de la red social, Nona Jones, ha sido el COVID-19 el detonante para lanzar esta herramienta: los usuarios no dejaban de pedir oraciones y rezos los unos por los otros a raíz de la enfermedad.+

Cumbre con líderes religiosos

La compañía llevó a cabo su primera cumbre virtual con líderes religiosos el mes pasado a través de Facebook Live, donde se debatió un futuro en el que los creyentes y los ministros de sus religiones pudieran relacionarse a través de herramientas de realidad aumentada.

Desde su lanzamiento generalizado a finales de mayo, la gente ha comenzado a pedir oraciones por familiares enfermos de COVID-19, personas a las que han dejado recientemente sus parejas o por exámenes de conducir.

Obviamente, estas publicaciones son utilizadas por Facebook para la personalización de anuncios en su plataforma: según un portavoz, estos datos pueden utilizarse por el algoritmo de la red social que decide los anuncios que muestra a los usuarios.

"Una de las mayores comunidades que utilizan Facebook son las personas de fe", ha señalado el director de la aplicación de Facebook, Fidji Simo. "Cuando miré los datos de usuarios que más usaban la red durante la pandemia, vimos un gran crecimiento en la categoría espiritual", ha explicado.

Al inicio de la pandemia, Facebook envió equipamientos básicos como trípodes para móvil a algunos grupos de confesiones religiosas para poder emitir en directo sus misas y rituales mientras los lugares de culto se encontraban cerrados.

Las reacciones han sido mixtas, con algunas comunidades valorando el papel de la red social durante el confinamiento, y otros grupos denunciando su preocupación por la privacidad de sus publicaciones.

"Cada vez que Facebook desarrolla algo nuevo, sabes que es porque quieren hacer dinero con ello... para, al final, venderte algo, de alguna manera", denuncia una miembro de un grupo de mujeres católicas.