Un modelo elaborado por investigadores holandeses concluye que los paneles solares constituyen un "beneficio neto en la producción de energía limpia". La fabricación de paneles solares consume energía y genera gases que contribuyen al calentamiento global, si bien esa producción es cada vez más eficiente, señala Wilfried van Sark, autor del trabajo.

El investigador y su equipo han analizado los datos de la industria fotovoltaica en todo el mundo entre 1976 y 2014, para concluir que el uso de energía necesario para fabricar y distribuir los paneles se ha reducido entre un 12% y un 13% cada vez que el sector ha logrado doblar su capacidad. Las emisiones de gases de efecto invernadero en esos mismos periodos han disminuido entre un 17% y un 24%.

Esos datos indican que la industria habrá compensado el gasto energético y la contaminación que ha generado en 2018, como muy tarde, de acuerdo con el estudio. Para llegar a esa conclusión, los autores se han basado en los datos sobre eficiencia energética de la ONU y la Agencia Internacional de la Energía (AIE).