Según detalla un estudio de la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos), un ajustador de mascarillas puede resultar decisivo a la hora de emitir aerosoles, especialmente en mascarillas quirúrgicas.

En este estudio, todavía pendiente de ser publicado, se habla de los beneficios de utilizar estos ajustadores para 'convertir' una mascarilla quirúrgica en una especie de FFP2 o N95.

Como explica la bioquímica y bióloga molecular María I. Tapia en Twitter, los investigadores del estudio vieron que todas las mascarillas presentan muchas fugas, siendo especialmente grandes las de los bordos (entre el 20 y el 80%).

A través del 'Badger seal mask fitter' desarrollado por los investigadores, explican cómo puede evitarse la dispersión de esos aerosoles, reduciendo la probabilidad de infección casi 400 veces.