Los datos se han extraido tras realizar un metaanálisis de más de 180 estudios publicados desde 1973 hasta 2011. Fueron investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén y de la Escuela de Medicina de Icahn, en el Monte Sinaí, quienes llevaron a cabo la investigación.

El recuento de espermatozoides y la concentración son las dos mejores formas de comprobar la capacidad reproductiva. Lo preocupante del caso reside en que este descenso parece que no se detiene: esta es notoria incluso cuando se toman datos solo de hasta 1995.

Uno de los principales autores del estudio, Hagai Levine, explica que la importancia de los datos arrojados se encuentra en que "es un llamada de alerta a los investigadores y autoridades de todo el mundo para que investiguen las causas de esta fuerte caída en el recuento de espermatozoides con el fin de prevenirla".

El declive de espermatozoide puede ayudar a los doctores a prevenir otros problemas de salud. También es relacionado con influencias ambientales o exposición a sustancias químicas nocivas. Esta baja concentración también produce problemas de fertilidad.

La disminución del recuento de espermatozoides ha sido una gran preocupación desde que se reportó hace 25 años. Este estudio definitivo muestra, por primera vez, que este declive es "sólido y continuo", ha explicado otra de sus autoras, Shanna H. Swan.