Las personas que ríen frecuentemente en su vida diaria pueden estar mejor preparadas para lidiar con eventos estresantes, aunque esto no parece aplicarse a la intensidad de la risa, según los hallazgos reportados por un equipo de investigación de la Universidad de Basilea (Suiza) en la revista 'PLOS ONE'.
Se estima que las personas normalmente se ríen 18 veces al día, generalmente durante las interacciones con otras personas y dependiendo del grado de placer que experimentan. Los investigadores también han informado de diferencias relacionadas con la hora del día, la edad y el género.
Por ejemplo, se sabe que las mujeres sonríen más que los hombres en promedio. Ahora, estos investigadores de la División de Psicología Clínica y Epidemiología del Departamento de Psicología de la Universidad de Basilea han realizado recientemente un estudio sobre la relación entre los eventos estresantes y la risa en términos de la percepción del estrés en la vida cotidiana.
En el estudio longitudinal intensivo, una señal acústica de una aplicación de telefonía móvil incitaba a los participantes a responder a las preguntas ocho veces al día a intervalos irregulares durante un período de 14 días. Las preguntas se referían a la frecuencia e intensidad de la risa y al motivo de la misma, así como a cualquier acontecimiento estresante o síntoma de estrés experimentado, en el tiempo transcurrido desde la última señal.
Utilizando este método, los investigadores pudieron estudiar las relaciones entre la risa, los eventos estresantes y los síntomas físicos y psicológicos del estrés ("Tuve un dolor de cabeza" o "Me sentí inquieta") como parte de la vida cotidiana.
El análisis se basó en datos de 41 estudiantes de psicología, 33 de los cuales eran mujeres, con una edad media de poco menos de 22 años. Se esperaba el primer resultado del estudio observacional basado en la literatura especializada: en las fases en las que los sujetos se reían con frecuencia, los eventos estresantes se asociaban con síntomas más leves de estrés subjetivo.
Sin embargo, el segundo resultado fue inesperado. En cuanto a la interacción entre los eventos estresantes y la intensidad de la risa (fuerte, media o débil), no hubo ninguna correlación estadística con los síntomas de estrés. "Esto podría deberse a que la gente es mejor para estimar la frecuencia de su risa, en lugar de su intensidad, en las últimas horas", explica el equipo de investigación.