La Organización Mundial de la Salud ha confirmado que hay una evidencia robusta de que las personas que han sido vacunadas contra el COVID-19 o aquellas que se infectaron en el pasado pueden contraer la variante ómicron, cuya propagación se acelera día a día alrededor del mundo.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha asegurado que la información que se está analizando sobre ómicron indica que esta variante circula de forma más rápida que las anteriores y que "es probable que los vacunados y los que se han curado de covid se infecten o reinfecten".

Además, se trata de una variante que presenta ligeros cambios en cuanto a la sintomatología, pues los pacientes infectados no presentan pérdida del olfato ni el gusto como ha pasado en las anteriores cepas del coronavirus. Estos son los principales síntomas de ómicron:

-Fatiga

-Taquicardia

-Fiebre

-Fluido nasal

-Dolor de cabeza

-Dolor de garganta

-Estornudos

Aunque todavía se tardará en conocer el impacto de ómicron, sí se conoce que las vacunas protegen de la enfermedad grave, de la hospitalización y de la muerte. Además, los consejos de siempre siguen siendo válidos también para esta variante: mascarilla, lavado de manos, distancia de seguridad y airear los espacios cerrados.

Actualmente, la cuarentena que debe guardar una persona infectada por COVID es de 10 días desde el diagnóstico. Una vez pasado el periodo de confinamiento, el paciente deberá analizar si aún padece algún síntoma de COVID y, en su caso, esperar hasta tres días después de la resolución de la fiebre y el cuadro clínico de esta enfermedad.

Por tanto, aunque hayan transcurrido los 10 días que impone el Ministerio, el paciente deberá quedarse en casa hasta que pasen 72 horas de los últimos síntomas, que es cuando se considerará que deja de ser infeccioso.

El Ministerio de Sanidad recuerda que no será necesario la realización de una PCR para levantar el aislamiento ni para reincorporarse a la actividad laboral.