El Centro Nacional de Supercomputación (Barcelona Supercomputing Center, BSC-CNS) aplica la bioinformática en la búsqueda de tratamientos para luchar contra el SARS-CoV-2, el virus que provoca la Covid-19. Lo hace gracias a un superordenador que es capaz de investigar las secuencias del virus, cómo va mutando, cruzar fármacos e incluso buscar posibles vacunas para combatirlo.
El director del departamento de Ciencias de la Vida del centro, Alfonso Valencia, asegura que hay "un conjunto de fármacos que siguen progresando para aliviar fases agudas de la enfermedad".
La evolución del virus, su modo de transmisión y los mecanismos que utiliza para infectar a nuestro organismo es esencial en la búsqueda de tratamientos y para prevenir y poder predecir futuros brotes de la Covid-19. Por eso es tan importante este superordenador.
El proyecto está liderado por España junto a Italia y Alemania, pero no sería posible sin la financiación y el apoyo del Parlamento Europeo: "La mejor inversión de futuro que puede hacer la Unión Europea es en ciencia y tecnología", reconoce la eurodiputada del grupo socialdemócrata Lina Gálvez. Además, puede ser un gran aliado para luchar contra el coronavirus y "dar respuestas a la pandemia con mayor rigor".
Tecnología para retrasar el envejecimiento
La tecnología ha demostrado que es y será una gran aliada en la lucha contra la Covid-19. Lo está siendo para buscar posibles vacunas o fármacos contra el coronavirus, pero también lo ha sido durante el confinamiento facilitándonos estar en contacto con los nuestros.
Otro proyecto, esta vez del Instituto de Biomécanica de Valencia, intenta retrasar y controlar el envejecimiento de personas mayores con ejercicio físico y ejercitando la mente a través de la tecnología. Según Helios de Rosario, investigador en el Instituto, el proyecto en el que trabaja ha servido "para romper la brecha digital". Y así lo aseguran quienes han participado en el proyecto.
Es el caso de Encarnación y Pilar que durante el confinamiento han aplicado lo aprendido en el proyecto pudiendo hacer ejercicios físicos, mantener contacto social o realizar juegos cognitivos, como nos cuentan ellas mismas en el vídeo que encabeza esta página.
Hasta amenazas de muerte
El precio de divulgar ciencia: amenazas, insultos y acoso, un problema que afecta especialmente a las mujeres
Un arma de doble filo Aunque muchos científicos logran acercar el conocimiento al público, cerca del 50% enfrentan insultos, amenazas e intimidaciones. Esta problemática afecta aún más a las mujeres, quienes constituyen el 57% de las principales víctimas de acoso en este ámbito.