Valle pagó 220 euros por su Zetta, el denominado primer smartphone extremeño. Hoy se siente estafada al enterarse que ni le salió tan barato como pensaba, ni era tan producto nacional como anunciaban: "Ni es extremeño ni es nada".
Lo único de la tierra es la bellota del logo que oculta su verdadera identidad. La marca original es la china Xiaomi, que cuesta la mitad que el Zetta. Por eso Joaquina lamenta el engaño que sufrió al adquirir su terminal.
La compañía, fundada en 2014, ha tenido un ascenso meteórico. Dispone de varios tiendas por toda Extremadura, que seguían abiertas y ha llegado a recibir ayudas públicas por su carácter emprendedor.
Desde las asociaciones de consumidores, incitan a reclamar su dinero a los compradores. El portavoz de Facua, Rubén Sánchez, ha afirmado que "habría que valorar si la Fiscalía tiene que intervenir si no se explican".
La empresa, por su parte, ya ha dicho que emitirán un comunicado. Tras un día inactiva, su web ha vuelto a estar operativa para anunciar "pronto nuevas sorpresas".