Óscar no se despega de su dispositivo. A los 18 años le detectaron diabetes tipo 1 y desde entonces necesita inyectar insulina para su día a día, de lo contrario, explica "se puede llegar a un coma cetoacidotico porque el cuerpo necesita glucosa y no la puede obtener de ninguna manera".

En unos años, los pinchazos podrían sustituirse a la ingesta de una única pastilla capaz de curar esta enfermedad. Un grupo de científicos liderado por investigadores españoles, entre ellos el exministro Bernat Soria, ha logrado desarrollar un fármaco capaz de frenar el ataque que destruye las células del páncreas encargadas de producir la insulina y además de regenerar más células de este tipo.

De momento, la investigación se encuentra en una fase previa; ha tenido éxito probándose en ratones. De demostrarse su eficacia en seres humanos sería todo descubrimiento.

"Sería la curación y liberación de las personas que sufren esta enfermedad", asegura una médico.

Para pasar del laboratorio al paciente calculan que se necesitan 17 millones de euros, una apuesta que conseguiría acabar con una enfermedad descubierta hace más de 5.000 años.