Con una misma dolencia puede haber distintos síntomas e incidencia entre hombres y mujeres. Ocurre con el infarto, si en ellos es habitual el dolor torácico, ellas presentan dolor de estómago además de fatiga, insomnio, ansiedad y sudor frío.

Los síntomas son más variados que entre los hombres, por lo que su diagnóstico resulta más difícil. "Las mujeres, cuando acuden a un médico por ese tipo de enfermedades, pues tardan. Han tenido esos episodios muchas veces", asegura Mª Ángeles Rodríguez, de la Asociación Española de Matronas.

Con la fibromialgia, tanto de lo mismo: se da un 85% por ciento en mujeres y un 15% en hombres. Según algunos expertos, se da más en ellas por tener que sumar al trabajo fuera de casa, las tareas invisibles y poco valoradas con el hogar y la familia. Carmen Montón, la ministra de Sanidad explica que hay que "hacer hincapié en aquellas enfermedades en las cuales las mujeres sufren mayor prevalencia".

La lista de las enfermedades que se dan más en ellas simplemente por su condición de mujer es larga. El uso, por ejemplo, de pendientes, cosméticos o tintes disparan los casos de dermatitis. O por estar más en casa, sufren las alergias al polvo.

Las asociaciones de mujeres piden una mayor especialización entre sanitarios y aumentar el gasto en investigación. "Hay una situación diferencial, que hay que atender de una manera distinta", reclama Marian González, de la Asociación Rumiñahui.

También piden un cambio de costumbres: ¿por qué ellas y no ellos deben tomar una píldora anticonceptiva con todos sus efectos secundarios?