Imagínense encontrarse en el Mediterráneo con focas monje o con ballenas francas en el Mar Cantábrico. Incluso avistar linces europeos. Pensamos que es imposible pero en otro tiempo poblaron nuestros bosques y mares. Ahora están extinguidas y en parte la culpa es del ser humano: "El primer factor es la alteración o destrucción de sus hábitats naturales. El segundo lugar es por la presión humana", asegura Javier Cachón, director de biodiversidad y calidad ambiental.

Unas 32 especies han desaparecido en España y así lo recoge ahora el BOE. En cuanto a la fauna, los desaparecidos son tres especies de mamíferos, dos de peces y ocho de aves; pero también han desaparecidos un total de 19 plantas. El objetivo es poder reintroducirlas en nuestro país.

Uno de los ejemplos que podría estar más cercano es el de las focas monje. Actualmente existe una colonia en Mauritania con la que se trabaja desde hace años: "Se está trabajando en distintos programas para hacer, de forma experimental, la posibilidad de reintroducirla en algunas zonas en Canarias, y se trabaja con las autoridades canarias", afirma Cachón.

Con el lince europeo se intentó en 2016 con una suelta experimental de ejemplares pero no funcionó, aseguran que por presiones de agricultores y cazadores. Hay voces que apuntan sin embargo a que la lista de especies está incompleta: "Insectos y otros tipos de artrópodos, como pueden ser arañas o pseudo escorpiones. Ni siquiera se ha cuantificado el número de especies que han podido desaparecer", se lamenta Miguel Ángel Alonso, científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Es un primer paso para conseguir que muchas crías puedan volver a empezar en España sus vidas.