Nadie está a salvo de los insultos y del acoso en redes sociales. En muchas ocasiones los autores se escudan en el anonimato, algo que en el Gobierno intentan regular. "No me gusta que en las redes haya anónimos para insultar, para degradar. Y quiero felicitar a todos los chicos y chicas que ponen su nombre y apellido o que por lo menos dentro tienen una forma de localizarle. Si tú en el anonimato te escondes, eres un maldito o maldita cobarde" asegura Soledad Murillo, secretaria de Estado de Igualdad.

Con la nueva ley de protección de datos, el Partido Socialista busca "garantizar la identificación de los usuarios" que vulneren los derechos de otros. "Lo fundamental es que haya un juez en el medio que diga 'esta persona ha cometido un delito' y por lo tanto, fehacientemente, quiero que sea identificada para que pueda hacer frente a sus consecuencias" explica Enrique Dans, profesor de IR Business School.

Aunque los expertos aseguran que ese derecho no debe chocar con la libertad de expresión. "Es fundamental que una persona pueda, en un momento dado, desligarse de su identidad real para emitir determinadas opiniones. Otra cosa es que el anonimato se convierta en el paraguas detrás del cual se esconde un comportamiento posiblemente delictivo" dice Enrique Dans.

La solución, dicen, pasa sobre todo por comenzar a educar a los más jóvenes. Y esto puede venir de la familia, la escuela o incluso de las propias herramientas. La red social Facebook ha lanzado un proyecto centrado en la educación y la seguridad online. Tiene como objetivo formar a los adolescentes en el uso responsable de las redes sociales y que sepan actuar ante posibles situaciones de acoso.