Cuando tomó posesión de su cargo, Barack Obama sabía que iba a dejar huella en la historia, pero lo que no se imaginaba era que esta le dejaría a él una clara marca: sus canas.

El propio expresidente se rió de este cambio, que también ha podido verse en otros políticos, como Nicolas Sarkozy, José Luis Rodríguez Zapatero o Pedro Sánchez.

Según un estudio de científicos de la Universidad de Harvard, ante una situación de estrés, el sistema nervioso activa aquellos nervios que son parte de la respuesta de lucha o huida y que, a su vez, agotan a las células madre, regeneradoras de pigmento en los folículos capilares.

"El estrés acelera esa despigmentación y hace que se produzca antes", ha explicado Laura Agrelo, directora de un centro capilar. Un proceso que deja sin reversas, incluso, a los depósitos de color.

Un problema que también es muy visible en los entrenadores de los grandes clubes de fútbol, como José Mourinho, Pep Guardiola, Luis Enrique o Valverde.

Cómo afecta el estrés

Los nervios simpáticos se ramifican en cada folículo piloso de la piel. Los investigadores descubrieron que el estrés hace que estos nervios liberen el químico norepinefrina, que es absorbido por las células madre regeneradoras de pigmento cercanas.

En el folículo piloso, ciertas células madre actúan como un reservorio de células productoras de pigmento. Cuando el cabello se regenera, algunas de las células madre se convierten en células productoras de pigmento que tiñen el cabello.

Los investigadores encontraron que la noradrenalina de los nervios simpáticos hace que las células madre se activen en exceso. Todas las células madre se convierten en células productoras de pigmento, agotando prematuramente el reservorio.