Analizan al detalle el comportamiento de un rebaño de ovejas en Cubel, Zaragoza, al atravesar la puerta del establo para comer.

El resultado es siempre el mismo: atascos, aglomeraciones, empujones. Bajo esa premisa, científicos de las Universidades de Zaragoza y Navarra utilizaron durante cinco años las ovejas para comparar ese comportamiento animal con el humano al evacuar personas en eventos multitudinarios.

"A veces tenemos un comportamiento como borregos", afirma el ganadero Tomás Yagüe.

Grabaron cómo los animales se atropellaban al atravesar la salida. "Se grababa con unas cámaras que se colocaron en la parte superior a la puerta", añade Yagüe.

Decidieron comprobar qué ocurría al colocar un obstáculo a poca distancia de la entrada. "Las ovejas cuando venían el tubo se repartían y pasaban de forma continua, sin producir ningún atasco", cuenta Yagüe.

El resultado: los animales pasan de forma más continua, más fluida y evitan los atascos, donde se producen las complicaciones.

"Al colocar el obstáculo, la fuerza que van ejerciendo se reparte, así se evitan los atascos, que pueden producir muertes", añade Yagüe.

Un experimento que podría evitar o, al menos, minimizar tragedias como la del Madrid Arena, donde murieron cinco jóvenes debido, precisamente a los embotellamientos en las salidas.

El colegio de veterinarios de Zaragoza ha otorgado el premio 'Animal Comprometido con la sociedad' a las ovejas de Tomás. Él explica que se siente satisfecho: "Me gusta saber que lo que se hace puede llegar a buen fin, servir de algo a nivel general".

Un estudio, aparentemente sencillo, que puede tener una importancia vital en situaciones de emergencia.