Las autoridades de EEUU han negado que un dron controlado por IA haya 'matado' a su operador en una simulación, según ha comunicado una portavoz de las Fuerzas Armadas del país norteamericano, que ha asegurado que no se ha realizado ninguna simulación de este tipo y ha precisado que se han sacado de contexto las palabras del militar que no tardaron en hacerse virales, pero que sin embargo eran anecdóticas.

La información que había llegado hasta ahora era que la Fuerzas Aéreas estadounidenses habían realizado una supuesta simulación con un dron militar controlado por Inteligencia Artificial (IA) al que habrían encargado destruir las defensas antiaéreas de un supuesto enemigo que habría resultado ser su propio operador. Durante esa operación, también supuestamente, la IA 'mató' a su operador e intentó destruir cualquier elemento que interfiriera en la consecución del objetivo fijado.

Fueron estas las supuestas declaraciones del coronel Tucker Hamilton, jefe de Pruebas y Operaciones con Inteligencia Artificial de la USAF. Pero la realidad es que no ha ocurrido esto, según las propias Fuerzas Aéreas, que han asegurado que el departamento "no ha llevado a cabo ninguna simulación de este tipo con drones de inteligencia artificial y sigue comprometido con el uso ético y responsable de esta tecnología".

Según ha dado a conocer la Royal Aeronautical Society, organizadora del evento, el militar Hamilton habría afirmado que, durante un ejercicio de simulación, se programó un dron controlado por inteligencia artificial para destruir emplazamientos de misiles, pero se requería la orden final de ataque por parte de un ser humano. Durante la conferencia, Hamilton habría compartido que el dron, el cual recibía recompensas positivas por destruir dichos objetivos, decidió que las instrucciones de no atacar interferían con su misión, por lo tanto, en la simulación, atacó al operador.

Posteriormente, habrían informado de que las Fuerzas Aéreas reprogramaron al dron para que no atacara al operador. Sin embargo, la máquina tomó la decisión de destruir la torre de comunicaciones para dejar de recibir indicaciones de no atacar los objetivos. Cabe mencionar que el militar no especifica si esta prueba se llevó a cabo en la realidad, siempre refiriéndose a ella como una "simulación".