Este eclipse lunar total de casi cuatro horas de duración, de principio a fin, es el más largo previsto en todo el siglo XXI y ha coincidido con luna llena. La fase total durará 1 hora y 43 minutos, durante los cuales el satélite natural de la Tierra adquirirá un color rojo o rojizo conocido popularmente como 'luna de sangre'.
En España, el inicio de la fase total ha tenido lugar a las 21.30 horas, coincidiendo con la hora de salida de la Luna en Madrid, y ha finalizado a las 23.13 horas. La Luna ha emergido en buena parte de España totalmente eclipsada. Sólo desde las Islas Baleares y la mitad oriental de la Península ha podido ser posible observar la Luna antes del inicio de la fase total.
En cambio, el resto de fases ya serán visibles desde la Península y las Islas Canarias, si bien la Luna ha tenido una elevación bastante baja. La luna se vuelve de color rojo intenso o marrón rojizo debido a que parte de la luz solar que atraviesa la atmósfera de la Tierra se curva alrededor del borde de la Tierra y cae sobre la superficie de la luna.
El aire de la Tierra también dispersa más luz de longitud de onda más corta (en colores como verde o azul). Por tanto, lo que queda es la longitud de onda más larga, el extremo más rojo del espectro.
Gran parte del Hemisferio Oriental de la Tierra ha podido contemplar el eclipse. El fenómeno en su totalidad ha sido visible desde África, Oriente Medio y países de Asia Central, y será visible desde el este de América del Sur cuando esté terminando, y desde Australia cuando está comenzando.
A diferencia de los eclipses solares, no se necesita ningún equipo especial para observar los eclipses lunares. Estos últimos eventos, que ocurren cuando la luna pasa a la sombra de la Tierra, pueden ser vistos con seguridad directamente a simple vista, telescopios o binoculares.
Para poder observar el fenómeno, el Observatorio Astronómico Nacional recomendó alejarse de zonas contaminadas como ciudades con luces o edificios que oculten el horizonte en dirección este.