Doñana es un paisaje único en Europa con más de 30.000 hectáreas de marisma natural, el edén de las aves migratorias. "Es un sitio fundamental para la migración de seis millones de aves que transitan del norte de Europa a África", explica Felipe Fuentelsaz, coordinador de agricultura y agua de WWF.

En Doñana pasan el invierno y crían las aves, lo han hecho durante siglos, pero cada vez anidan menos. "Llevamos ya 12 años de ciclo seco, es el más largo de la historia del Parque Nacional", sostiene Carlos Dávila, responsable de la oficina técnica de Seobirdlife Doñana.

El humedal se seca, y no solo por la falta de lluvias. "Es, sobre todo, por la sobrexplotación de los acuíferos. Me temo que es una especie de tradición. La primera denuncia que recuerdo fue en 1987", lamenta Miguel Ferrer, profesor de Investigación de Estación Biológica Doñana-CSIC.

Esos pozos ilegales han proliferado desde entonces. En los últimos cinco años se han precintado cerca de 1.200, pero otros tantos siguen pendientes de cierre. "El resultado es una pérdida de biodiversidad sin precedentes. Los ecosistemas de Doñana están al borde del colapso y la marisma permanece durante más tiempo seco", indica Dávila.

El CSIC ha constatado que hasta las lagunas que hace una década no se secaban en verano ahora sí lo hacen, en parte por esos cultivos intensivos que tanta agua consumen.

La ley propuesta por la Junta de Andalucía pretende sumar ahora 800 nuevas hectáreas de suelo agrícola. "Hemos creado una burbuja de regadío sin tener un recurso natural [...] Intentan regularizar mucha superficie ilegal que hay en la zona y con la ley en la mano tendríamos que eliminarla", critica Fuentelsaz.

Por eso, la Plataforma Salvemos Doñana se manifestará en Sevilla este domingo. A los agricultores que cumplen la ley tampoco les gusta la propuesta de la Junta. "Repartir la escasa agua que hay es una temeridad", sostenía Manuel Delgado, portavoz de la asociación de Agricultores Puerta de Doñana, en laSexta Columna.

El futuro del Parque Nacional está en juego. 38 científicos e instituciones han pedido a la UNESCO que declare Doñana Patrimonio Mundial en peligro.