Salimos de casa móvil en mano y ni siquiera en el trabajo somos capaces de despegar la vista de la pantalla. Cada vez son más los casos de 'tecnoenfermedades', dolencias que aparecen por abuso de la tecnología.

"Al escribir nuestros dedos pulgares realizan un movimiento repetitivo y prolongado que provoca una inflamación en esa zona que disminuye el espacio reservado los tendones y esa inflamación provocará dolor", explica un médico. Dolor de cuello, tendinitis o inflamación en la muñeca son algunas de estas patologías, a las que según los expertos no se les da importancia hasta que duelen. "Cuando tenemos que entrar a trabajar para resolver un problema veces es muy tarde”, comenta Javier López, el Jefe de Rehabilitación del Hospital Infanta Sofía.

"La gente hasta que no le duele no acude al fisioterapeuta, entonces una vez le duele ya es más difícil recuperar ese proceso", comenta Miguel Escobar, fisioterapeuta de la Clínica Natal. La dependencia de los aparatos electrónicos acapara tanto nuestra atención, que hace que nos olvidemos de nuestra salud. "Inhibimos los mecanismos del dolor por la atención que estoy prestando sobre lo que estoy haciendo pero cuando paramos: ¡ay mi cuello! ¡ay mis tendones!", explica Javier López.

Al abuso de la tecnología se une también el problema de su diseño. "Es tan plano para estar cómodo en el bolsillo, que en la mano no es cómodo por lo tanto la ergonomía en los teléfonos móviles es cuando menos, mejorable", añade el jefe de rehabilitación.

Para prevenir estas dolencias, la posición correcta es colocar el móvil a la altura de los ojos y mantener una postura neutra para evitar que las cervicales sufran y, al apagar la pantalla,"siempre hay que hacer después un ejercicio de estiramiento, girando el cuello hacia un lado" aconseja Miguel Escobar.

Es importante tener en cuenta estos consejos para que así, por ejemplo, el recuerdo de unas vacaciones no sea una lesión muscular por abusar de las pantallas.