Abrazada a su pareja, Teresa se recupera favorablemente de la doble operación a la se sometió, a vida o muerte, hace unos días: tuvo que ser intervenida de urgencia y le practicaron una cirugía cerebral y una cesárea al mismo tiempo.

Estaba embarazada de casi ocho meses cuando acudió al hospital porque tenía fuertes dolores de cabeza. "Solo quería que me quitaran el dolor de cabeza", ha relatado ante los medios de comunicación.

Los médicos le detectaron una lesión grave en el cerebro y pudo ser intervenida a tiempo. No obstante, según ha explicado el neurocirujano Diego Garbossa, "no es frecuente" tener que "salvaguardar al mismo tiempo la vida de la madre y del recién nacido".

El éxito de la doble intervención fue posible gracias al trabajo en equipo: perfectamente coordinados, neurocirujanos y ginecólogos trabajaron contra reloj para salvar tanto a la madre como a la hija.

La pequeña, a quien sus padres han llamado Alma, está fuera de peligro, igual que su madre, que habla de "un estupendo regalo de Navidad". Precisamente, fue el día de Navidad cuando Teresa pudo abrazar a su niña por primera vez.