Dos equipos de investigadores del CSIC en Barcelona participarán en el desarrollo de un dispositivo portátil para detectar la insuficiencia cardíaca a partir de muestras de saliva en el proyecto KardiaTool, financiado por la Comisión Europea con 4,9 millones para los próximos años.
Según ha informado el CSIC, los equipos de los profesores Joan Bausells, del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM-CSIC) y de Francesc Teixidor, del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC) participarán en este proyecto, que está formado por 14 socios de diez países diferentes, incluyendo universidades, centros de investigación y empresas.
El proyecto quiere aportar una solución fácil, eficiente y barata para los más de 26 millones de personas que sufren insuficiencia cardíaca cada año en el mundo, según la Asociación Europea de Insuficiencia Cardiaca.
Este es un trastorno que a menudo tiene un mal diagnóstico, con el consecuente aumento de mortalidad, y que implica frecuentes rehospitalizaciones. De hecho, en Europa, los costes relacionados con la insuficiencia cardíaca representan aproximadamente el 2% del total de gastos sanitarios, y suelen estar asociados con los gastos de hospitalización de los pacientes, que están unos 11 días ingresados de media.
En el caso de la insuficiencia cardíaca, el diagnóstico es complicado, ya que el trastorno se manifiesta de muchas maneras diferentes, y los signos y síntomas de la enfermedad no son específicos. El reto que se plantea el proyecto KardiaTool es el de diagnosticar rápida y fácilmente la enfermedad, a fin de asegurar un diagnóstico fiable y eficiente, y una posterior terapia personalizada para cada paciente.
Según el CSIC, KardiaTool desarrollará una plataforma personalizada, y trasladará un concepto probado en el laboratorio, la detección de la insuficiencia cardíaca a través de muestras de saliva, a la práctica clínica. La plataforma KardiaTool incluirá un dispositivo portátil, KardiaPOC (POC del inglés 'point of care'), para detectar de forma rápida y precisa los biomarcadores de la insuficiencia cardíaca.
Llevará acoplado un 'laboratorio en un chip' de un solo uso y de bajo coste, que integrará en un solo espacio todo tipo de sensores, actuadores, sistemas microelectromecánicos y microelectrónicos, bioquímicos, y nanopartículas magnéticas funcionalizadas para detectar los biomarcadores a partir de muestras de saliva.