El sector del videojuego triunfa en nuestro país. Somos el cuarto consumidor europeo y eso se nota en la afluencia de público de la Games Week. Pero a pesar de consumir y de tener grandes creadores, los diseñadores tienen que emigrar. No hay inversión en España para la creación.
Somos potencia mundial en consumo de videojuegos, pero no tenemos el mando a la hora de crearlos. Aunque los videojuegos son la primera forma de entretenimiento para los españoles.
Como también crece el número de diseñadores que se van de España para poder desarrollar sus ideas. Falta inversión pública y privada, porque todavía existe la idea de que los videojuegos son cosa de niños.
Los empresarios que sí han apostado por los videojuegos, como la distribuidora de un casco de realidad virtual, ven como sus números crecen en plena crisis. Con un mercado de casi mil millones de euros al año solo en España, los videojuegos hechos en España no quieren quedarse.