La próxima vez que te bañes en el mar fíjate en el rastro que deja tu crema solar al entrar en contacto con el agua. Esto se debe a los componentes químicos de los filtros solares. Por eso, en algunos lugares muy turísticos ya han prohibido las cremas que llevan los componentes que más dañan el ecosistema marino: la oxibenzona y octilmetoxicinamato.

Se estima que la Tierra ha perdido aproximadamente la mitad de sus corales de aguas someras en los últimos 30 años. Y esto tiene graves consecuencias para los seres humanos. Por ejemplo, casi 200 millones de personas dependen de los arrecifes para protegerse contra las marejadas ciclónicas y las olas, según el Informe Planeta Vivo, de WWF.

Y es que cada año miles de toneladas de crema solar son vertidas al mar. Sin embargo, ya puedes encontrar en el mercado algunas que son respetuosas con la piel y con el planeta.

¿Qué importancia tienen los corales?

Los corales desempeñan una función esencial en el equilibrio de los fondos marinos. A pesar de su fragilidad y de que solo representan un 0,2% de la superficie total de los océanos, albergan cerca de un tercio de todas las especies marinas y contribuyen a limitar la erosión de las costas. Es por ello que de su salud depende la biodiversidad de nuestros océanos, explican desde Clarins.

El problema es que una de las causas por las que está 'enfermando' el ecosistema marino es la utilización de las cremas solares. Sin embargo, gracias a una constante investigación, se ha desarrollado "una nueva formulación a base de filtros orgánicos eficaces y autorizados por las reglamentaciones internacionales para desarrollar los SPF 30 y 50+", explica David Rodríguez, Formador de Clarins, quien añade: "Los filtros contenidos han sido testados para confirmar que no afectan al normal desarrollo de los corales, ya que no generan los virus que los dañan".

La gran pregunta es, si los filtros que no hacen daño a la flora y fauna marina, son igual de efectivos a la hora de proteger nuestra piel que las cremas 'convencionales' o si se deben reaplicar con mayor frecuencia: "El nuevo Sun Filter Complex es incluso más eficaz que el anterior, por lo que no es necesario una mayor aplicación. Se recomienda extender la crema 15 minutos antes de salir y luego repetir la aplicación cada 2 horas y después de cada inmersión en el agua".

Además, las cremas de la gama solar que son respetuosas con el ecosistema marino se extienden con facilidad permitiendo alcanzar toda la superficie de nuestra piel y también previene la aparición de arrugas y de manchas.

Otros de los componentes que también han sido retirados de las estas fórmulas han sido los "parabenos", ya que, según explica David Rodríguez, formador de Clarins, son "tan dañinos o más para el medio ambiente".

Crear plataformas artificiales para los corales

El Gobierno de Indonesia ya avisó desde hace un tiempo que tan solo el 30% de sus arrecifes de coral, uno de los más ricos del planeta, se encuentra en buenas condiciones.

Ante esta situación alarmante, se puso en marcha el proyecto 'Skin Protect Ocean Respect', cuyo objetivo es participar en la regeneración de los corales en Indonesia trasplantándolos sobre estructuras artificiales introducidas en el fondo del agua, explican desde Eau Thermale Avène, comprometida desde hace años con esta labor.

Utilizar cremas solares sin oxibenzona y octilmetoxicinamato supone un gran paso para evitar que sigan enfermando los corales y multitud de especies de peces de nuestros océanos.

El plástico, otro veneno para los océanos

Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se calcula que en 2050 el mar contendrá más plástico que peces.

Y es que los océanos, que producen el 50% del oxígeno del planeta, se enfrentan a varias amenazas: una de las mayores es que cada año caen al mar 8 millones de toneladas de plásticos, lo que equivale a 15 toneladas cada minuto. Casi el 75% de esa basura se deposita en el fondo marino, según datos del proyecto 'Libera' de Ecoembes, SEO/BirdLife y Biotherm.

Alrededor de un trillón de bolsas plásticas se utilizan en todo el mundo anualmente. Su promedio de uso es de 15 minutos, aunque perduran unos 450 años en la tierra. Por eso es necesario concienciar a la población de la necesidad de un cambio de hábitos. El programa ‘Water Lovers’ de Biotherm ha reunido, con motivo del Día Mundial de los Océanos, a unos 500 voluntarios para limpiar 10 playas españolas para comprobar de primera mano en qué estado se encuentran.