Sin embargo, las cifras de superación son cada año más positivos y también son múltiples los avances para frenar sus efectos secundarios de la radioterapia o la quimioterapia como la pérdida del cabello y/o patologías la piel.

No perder el cabello ya es toda una realidad

El sistema ‘Scalp Cooling’ (enfriamiento del cuero cabelludo) evita la caída del cabello, cejas y pestañas y, además, ayuda a la regeneración capilar.

Funciona enfriando el cuero cabelludo a un nivel superficial para que afecte de la menor manera posible los efectos secundarios de los fármacos.

Trabajan atendiendo a pacientes en todo el territorio español y en los más prestigiosos hospitales con servicio oncológico de muchas ciudades Españolas.

La efectividad del procedimiento puede llegar hasta el 87% en los casos tratados con los fármacos menos agresivos.

Algunos hospitales privados y centros especializados ya han implantado este sistema sin coste alguno para el paciente. También se ha establecido en hospitales públicos de la Seguridad Social con la colaboración de Fundaciones y Asociaciones.

Puedes obtener más información de este tratamiento en la web de Oncobel (http://www.oncobel.es).

Una ayuda para tus cejas y pestañas

Aunque el sistema de ‘Scalp Cooling’ influye en que no se produzca la caída del cabello, existen también ayudas complementarias para reforzar pestañas y cejas. Puedes encontrar varios de esos productos en farmacias como la crema revitalizante de pestañas de Belcils o la máscara de pestañas Lipocils de Talika y el Eyebrow Lipocils (para cejas), que estimulan su crecimiento.

Otra de las soluciones es el llamado ‘microblanding’ o ‘micropigmentación’, una técnica de microtatuaje estético que ayuda a disimular la pérdida de las cejas y pestañas o parte de ellas.

También secuelas en la piel

Los tratamientos oncológicos también conllevan efectos secundarios en la piel como sequedad en la piel, picores, grietas en manos y pies, mayor sensibilidad al sol…

Para analizar e identificar las necesidades cosméticas de los pacientes existen las llamadas Unidades del Cuidado de la Piel de La Roche-Posay. Son talleres especializados sobre el cuidado de la piel antes, durante y después del tratamiento oncológico, desarrollados en hospitales y clínicas a nivel nacional e impartidos por profesionales de la salud y con la ayuda de voluntarios.

Este grupo de trabajo viene analizando e identificando las necesidades cosméticas de los pacientes y les asesora y propone recomendaciones de higiene, hidratación y maquillaje adaptados a las necesidades de la piel.

También existen líneas de cremas corporales especializadas para pacientes en tratamiento oncológico como la línea Oncology de María D’uol, que contiene una alta concentración de principios activos naturales y que sirve de alternativa cosmética a los corticoides, antihistamínicos o cremas con lidocaína.