La cueva no había sido encontrada porque se encontraba oculta bajo varias toneladas de nieve. A pesar de situarse en un parque nacional, la zona es de difícil acceso por lo que no extraña su tardío hallazgo; al menos no constaba en ningún registro científico, por lo que los investigadores llamar a la población nativa a facilitar cualquier dato que posean sobre ella.

El geólogo John Pollack ha descrito la gran cavidad a 'Canadian Geographic': "He visitado algunas de las cuevas más grandes del mundo y esta cosa tiene una entrada descomunal, y no sólo para el estándar canadiense. Si te asomas al borde del pozo y miras hacia abajo tienes una línea de visión limpia de 183 metros. No vas a encontrar ese espacio diáfano en ninguna cueva de Canadá. Sencillamente no pasa. La escala de esta cueva es desproporcionada".

Hasta el momento, sólo se ha llevado una exploración hasta los 80 metros de profundidad por el peligro que genera una cascada que desciende por el lateral de la cavidad y su ubicación no ha sido desvelada para evitar la alteración de su ecosistema.