Investigadores han hallado un fósil casi completo del extinto 'león marsupial' del Pleistoceno australiano conocido como 'Thyalacoleo carnifex'. Éste animal fue totalmente distinto a los demás: su mandíbula era la más fuerte de todos los mamíferos y además era un cazador experto que se movía con ayuda de su cola.

El descubrimiento de estos fósiles, hallados en la cueva de Komatsu en Naracoorte y la cueva 'Flight Star' en la llanura de Nullarbor, han permitido a los investigadores de la Universidad Flinders y al Museo de Australia Meridional reconstruir todo el esqueleto del por primera vez en la historia.

Hasta la fecha los investigadores sólo sabían su peso estimado (100 kilos) y algunas características de su fisiología pero ahora han utilizado el nuevo hallazgo para evaluar la biomecánica del 'Thylacoleo'. Al comparar su anatomía con los marsupiales vivos, han llegado a nuevas conclusiones sobre la biología y el comportamiento del 'león marsupial'.

Se cree que su cola fue rígida y muy musculosa, probablemente permitiendo que se usara junto con las extremidades posteriores como un 'trípode' para sujetar el cuerpo mientras se liberaban las extremidades anteriores para manipular alimentos o escalar, como hacen muchos marsupiales.

El análisis sugiere además que tenía una espalda rígida y unas extremidades delanteras potentes ancladas por fuertes clavículas, lo que probablemente la hace poco adecuada para la caza de presas, pero que está bien adaptada para la caza de emboscadas y/o el rescate.

Los autores concluyen que el análogo estructural y funcional más cercano al 'Thylacoleo' se encuentra en el no relacionado y mucho más pequeño demonio de Tasmania, 'Sarcophilus harrisii', un carroñero/cazador.