Una extraña criatura, más parecida a un viejo calcetín usado, ha sido durante 60 años ha sido un enigma para la ciencia. Ahora un equipo de investigadores ha descubierto que pertenece a una de las ramas más primitivas de la vida.

La criatura no tiene cerebro, ni branquias, ni ojos, ni órganos reproductores, tan sólo tiene una abertura a través de la cual entra la comida y salen los desechos. "Si piensas en un calcetín que te has quitado y tiras al suelo, es exactamente lo que parece", explicó el profesor Greg Rouse, del instituto de oceanografía Scripps

El animal fue descrito por primera vez en 1949 y ha tenido durante décadas ha desconcertado a los científicos por su peculiar biología. Gracias al descubrimiento de cuatro nuevas especies se ha podido saber que este pez corresponde a las ramas más antiguas del árbol de la vida.

"Lo que hemos demostrado es que no probablemente siempre fueron simples", dijo Nerida Wilson, científico investigador con el Western Australian Museum. "Así que nuestros pequeños son simples porque son una de las primeras ramas del árbol de la vida”. Los nuevos hallazgos han permitido ver a los científicos que el animal no había empezado como una criatura compleja, sino que siempre había sido bastante simple.

"Al colocar a Xenoturbella adecuadamente en el árbol de la vida podemos entender de mejor manera la evolución animal temprana". El equipo espera que futuras expediciones al océano ofrezcan nuevas pistas sobre esta rara bestia de las profundidades.