Las personas perdimos la cola hace miles de años, cuando la evolución nos llevó a erguirnos sobre dos piernas y este apéndice desapareció para no interferir con nuestra forma de caminar.
Sin embargo, el ser humano siempre ha intentado ir más allá de lo que le permite su cuerpo. Por eso, unos investigadores de Japón han desarrollado ahora la cola 'Arque', un apéndice robótico que tendría múltiples aplicaciones, la más inmediata: ayudar a levantar y transportar objetos pesados.
La cola, que se coloca como un cinturón, se ensambla a partir de unas vértebras interconectadas y funciona como un contrapeso, mejorando el equilibrio y también la coordinación de quien la lleva. La idea es acercar al ser humano a la agilidad de los felinos o al equilibrio de los monos.
Los investigadores creen que también podría utilizarse para ayudar a la inmersión en la realidad virtual. Sería otra forma de anticiparnos al futuro porque, como ya enunció Darwin, solo sobreviven los que saben adaptarse a los cambios.