Una prueba que permita diagnosticar un cáncer de forma rápida y barata, en menos de tres horas. Es en lo que están trabajando los científicos del Centro de Regulación Genómica de Barcelona, que han desarrollado un método que emplea moléculas de ácido ribonucleico de transferencia (ARNt) como biomarcadores para diagnosticar y pronosticar enfermedades.

Los investigadores, que publican este jueves su trabajo en la revista 'Nature Biotechnology', han logrado por primera vez desarrollar un método para medir la abundancia y las modificaciones de ARNt de forma sencilla y barata, una tecnología que tiene aplicaciones prometedoras y que "allana el camino para el desarrollo de un método simple, barato y altamente preciso que puede cuantificar estas moléculas de manera no invasiva".

Así lo ha explicado la doctora Eva Novoa, que lidera el grupo de investigación que ha desarrollado este método, y que, con financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer, ahora lo está utilizando como base para desarrollar un nuevo kit y una plataforma que podrá determinar si una muestra biológica es cancerosa y predecir su malignidad en menos de tres horas y con un coste inferior a los 50 euros por muestra.

Cuando las moléculas de ARNt se modifican incorrectamente, ha precisado Novoa, producen proteínas defectuosas o incompletas, lo que se asocia a diversas enfermedades, incluidas las neurodegenerativas, las metabólicas y el cáncer.

"Los ARNt son moléculas que contienen mucha información, con enorme potencial para el diagnóstico y el pronóstico de enfermedades y hasta ahora no se han explotado debido a la falta de métodos que puedan capturar esta información de forma cuantitativa y rentable", afirma la científica, que pone como ejemplo algunos tipos de cáncer difíciles de diagnosticar porque sus síntomas no son específicos y pueden confundirse con otras patologías.

"Ser capaz de aislar moléculas de ARNt de muestras de sangre y cuantificar sus modificaciones puede ayudar a diagnosticar cánceres sin utilizar pruebas de imagen o biopsias invasivas. Además, el tipo de modificaciones del ARNt puede cambiar según el estado de la enfermedad, proporcionando valiosa información", ha añadido.

Los métodos actuales para medir moléculas de ARNt generalmente involucran técnicas con limitaciones para diagnosticar porque no pueden detectar las modificaciones o no son capaces de identificar en qué punto de la molécula de ARNt están. En cambio, este nuevo método, llamado Nano-tRNAseq, puede medir tanto la abundancia como las modificaciones de las moléculas en un solo paso, según los científicos del CRG. Se basa en la secuenciación de nanoporos, una tecnología que puede secuenciar las moléculas de ARN directamente pasándolas a través de un pequeño poro y detectar los cambios en la corriente eléctrica que se genera cuando cada nucleótido pasa a través del poro.

"Antes dependíamos de dos métodos separados que son menos informativos, tardarían semanas y costarían miles de euros para obtener resultados. Nano-tRNAseq es mucho más económico, y podemos tener resultados en un par de días. En un futuro cercano, será en pocas horas", ha asegurado la investigadora del CRG Morghan Lucas.

Otra ventaja es que las máquinas de secuenciación de nanoporos para utilizar Nano-tRNAseq son pequeñas, ligeras y pueden funcionar con un portátil o una batería externa, lo que las hace fáciles de transportar y permite usarlas en el campo o en la clínica. Aunque todavía existen algunas limitaciones en el nuevo método, que se ha probado con el ARNt de la levadura, Lucas afirma que utilizarla "en paralelo con otros métodos permite describir los perfiles de modificación del conjunto completo de ARNt en humanos y, en el futuro, utilizar Nano-tRNAseq para identificar qué cambios en los ARNt están asociados con una determinada enfermedad".

"Nano-tRNAseq es una tecnología de prueba de concepto que allana el camino para desarrollar un método simple, barato y altamente preciso que puede cuantificar estas moléculas de forma no invasiva. Nuestro objetivo es continuar desarrollando esta tecnología y combinarla con herramientas de inteligencia artificial para determinar la malignidad de una muestra biológica en menos de tres horas y con un coste de no más de 50 euros por muestra", ha concluido.