El profesor biofísico Hugh Herr ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica. La designación la obtuvo por el mérito al diseño y desarrollo de las primeras y mejores extremidades biónicas y prótesis robóticas. En un principio, estas fueron diseñadas para su propio uso.

Durante toda su vida llevó una carrera profesional en el deporte de la escalada. Una pasión por la que a los 17 años fue reconocido como uno de los mejores escaladores en EEUU. No obstante, tiempo después vivió el terrible accidente que le costó la perdida de sus piernas después de haber pasado tres noches perdido en un glacial con temperaturas de hasta 29 grados bajo cero.

Su pasión por el deporte y sus ganas de volver a escalar hicieron de su trabajo una apasionante lucha por cumplir su sueño, logrando diseñar sus propias prótesis. Con la más avanzada tecnología consiguió crear una rodilla controlada por ordenador, un tobillo y pie biónicos.

Ahora, con 51 años, Herr no solo es reconocido por ser uno de los mejores escaladores estadounidenses; también es muy admirado por la comunidad científica por sus logros en bioingeniería.