Después de años atrapando peces, las redes gallegas tienen una segunda vida, como alternativa a las bolsas de la compra. Gemma Neira, portavoz de Cholita Corme, explica que "se puede dar un nuevo uso".

Las rederas de Porto Novo y Corme seleccionan las redes rotas. "Cada una tiene distinto grosor, una distinta medida y con cada parte de la red puedes hacer proyectos distintos", apunta la redera Catalina González González.

"Esto se compra por kilos, lo recogemos en basureros del mar y lo lavamos", añade Gemma Neira. Entonces, las redes se convierten en bolsos y se matan dos pájaros de un tiro: se recoge basura del mar y se reutilizan las redes.

Además, Cholita Corme ha conseguido un sobresueldo para una profesión debilitada, que usan sus hilos para tejer sus bolsos con olor a amar y bolsas que limpian los océanos.