El cielo del último mes del año también merece que los ojos desde la tierra se dirijan a él. En 2022 el mes de diciembre arranca casi en cuarto creciente, hasta que tiene lugar la última luna llena del año, la del 8 de diciembre. Este mismo día, además, se puede disfrutar de la oposición de Marte, más brillante que en cualquier otro momento del año y visible a lo largo de toda la noche.

Hasta mediados de diciembre no habrá nada reseñable en el cielo, pero si bien muchos pensarán que las lluvias de estrellas son para el verano, el 14 de diciembre es una de las muchas muestras de que esto no es así. Desde el 4 de diciembre hasta el 17 tiene lugar la lluvia de meteoros de las Gemínidas, aunque es el miércoles 14 el día en el que esta lluvia de estrellas alcanza su pico máximo, con unos 120 meteoros por hora.

Sin embargo, quizás las condiciones para poder disfrutarla no sean las mejores, dado que la luna se encuentra en camino al cuarto menguante, pero aún en una fase del 75%. En cualquier caso, las Gemínidas son mucho más visibles en el hemisferio norte que en el sur. Al día siguiente, el 15 de diciembre, el cometa 81P/Wild está en perihelio —es decir, se encuentra en su punto más cercano al Sol—, aunque no es visible a simple vista, sino que hace falta un telescopio para poder vislumbrarlo.

El día 21 de diciembre hay que tener en cuenta dos acontecimientos. Por un lado Mercurio se encuentra en su máxima elongación —su mayor separación del Sol— oriental, a poco más de 20º al este del Sol, un fenómeno que se repite cada tres o cuatro meses y que tiene lugar, de manera alternativa, entre la tarde o la mañana, en función de si se encuentra al este o al oeste del Sol. Cuando se encuentra al este, como en el caso de diciembre de 2022, sale y se pone justo después del Sol y es visible después del atardecer.

El otro acontecimiento a tener en cuenta también el 21 de diciembre es el solsticio de invierno en el hemisferio norte (y el de verano, en el sur). En España, el 21 de diciembre se marca el cambio de estación, con el primer día de invierno, y es a partir de este momento cuando empiezan a alargarse los días, que se han venido acortando durante todo el otoño.

En vísperas de las Navidades tiene lugar la última lluvia de estrellas del año: del 17 al 26 de diciembre se pueden divisar en el cielo las Úrsidas, que tienen su pico máximo el día 22 de diciembre —día, sí, de la Lotería de Navidad—, con una decena de meteoros por hora. Lo cierto es que aunque sean las últimas, las Gemínidas son más conocidas precisamente porque su tasa es mayor, aunque en ocasiones se han llegado a superar los 25 meteoros por hora. Las Úrsidas sólo se pueden ver en el hemisferio norte, y aunque su frecuencia sea menor en 2022 se dan muy buenas condiciones para poder disfrutar de esta lluvia de estrellas, ya que la luna está casi en fase nueva.

Es exactamente el día después del momento álgido de las Úrsidas cuando llega la luna nueva, el 23 de diciembre, un momento más que óptimo para poder disfrutar (e incluso fotografiar) el cielo estrellado, con una casi nula iluminación.