El equinoccio de otoño está cada vez más cerca. Este fenómeno, que ha cautivado a los fanáticos de la astronomía durante siglos, tiene como principal consecuencia que el día dure aproximadamente lo mismo que la noche. Lo espectacular es que se puede dar en cualquier parte de la Tierra y, además, solamente ocurre dos veces al año, como explica el Astro Pixels, portal encargado de monitorizar este tipo de eventos.

Este año, el equinoccio caerá el 22 de septiembre. Concretamente, en la península, dará comienzo a las 15:31 horas. Con el fin del verano, el acortamiento de los días se hace más visible, hasta alcanzar su culmen a finales de diciembre —ese es nuestro caso en el Hemisferio Norte—.

Ahora bien, ¿qué es lo que provoca el equinoccio? ¿qué lo diferencia de otros fenómenos como los solsticios de verano e invierno? Para responder a estas preguntas, es fundamental atender al eje de rotación de nuestro planeta.

Así se forma el equinoccio

La distancia del eje de rotación de la Tierra con el Sol varía durante el año. Esto nos ayuda a distinguir las estaciones: el solsticio de verano se produce cuando la inclinación de dicho eje hacia el Sol es máxima. De ahí, nuestra estrella aparece más elevada que nunca al mediodía (repetimos, en el caso del Hemisferio Norte). La principal característica del solsticio de verano es el contraste: el día es más largo que nunca, mientras que la noche se empequeñece.

El solsticio de invierno es justo lo contrario: la distancia entre el eje de la Tierra y el Sol es muy grande, la estrella está muy baja al mediodía y las noches son más largas. ¿Pero qué ocurre con el equinoccio? Básicamente, lo intermedio: el eje de la Tierra no se inclina ni se aleja hacia el Sol. De hecho, se mantiene perpendicular, de tal forma que la duración del día y la noche es prácticamente idéntica en todas las latitudes.

Atendiendo al calendario, estamos a punto de dar con el equinoccio de otoño, aunque también hay otro en primavera (unos 6 meses de diferencia). Así se produce un evento cuya propia etimología explica lo que ofrece. Como en muchos casos, el origen está en el latín: aequinoctium (‘noche igual’). Y en apenas unos días, volverá a dejar a la Tierra en un limbo con respecto al Sol. Siempre puedes probar a calcular cómo de exacto ha sido este año.